sábado, 11 de abril de 2009

AL ZORZALITO DE TAMBORES

El otario de tu viejo / por malandra roncador,
el lujo de ser “El Padre” / del Mudito se perdió.
Y tu madrecita piba, / de tan sumisa, vivió
vacía de tus caricias / y encanada en su dolor.

Pero toda la ternura / que te negaron los dos,
de una francesa golpeada / por la vida te llegó.
Y vos, víctima inocente / de una fule sociedad,
gambeteando mufa y barro / llegaste a ser inmortal.

Le fuiste fiel a tu pago, / -ése que te vio nacer-,
y te hiciste a Buenos aires / del derecho y del revés.
Siempre acechando la infancia / que pudo ser y no fue,
tu corazón invadían / Tacuarembó y Valle Edén.

Pero por esas razones / que hacen a un varón de ley
le hiciste gamba a tu Berta / y te mentiste francés.
El tiempo, que cura heridas / y los errores también,
hoy trata de devolverte / lo que vos supiste ser:

Criollo desde el origen, / porteño como el gotán,
más de Almagro que el Abasto, / más reo que el arrabal.
Pero tan alto y de todos / como el cielo universal
y más eterno en tu canto / que la eternidad...¡Zorzal!

Martina Iñiguez

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