El esplendor Gardeliano ocurrió en tiempos en que los futbolistas uruguayos arrasaban, obteniendo varios títulos de campeones de América.
Esta capacidad deportiva era cosa desconocida para los Franceses, ya que al organizar los Juegos Olímpicos de 1924 nos recibieron como “los torpes jóvenes sudamericanos”. Terminaron recibiendo un 5 a 1 humillante para luego sufrir viendo como los bravos orientales ganaban la final y el Oro ...
... y hasta les dedicamos el triunfo inventando allí mismo la primer “vuelta olímpica”, como para que Francia no se olvidara jamás de los uruguayos.
¡ Uruguay Campeón !
... y hasta les dedicamos el triunfo inventando allí mismo la primer “vuelta olímpica”, como para que Francia no se olvidara jamás de los uruguayos.
De vuelta en nuestro continente se festejaría el triunfo disputando varios encuentros amistosos, como el que se jugó contra los Argentinos en la vieja cancha del club Sportivo Barracas.
Y traigo este partido particular no solo porque fue el primero transmitido por radio, ni porque se relató el primer gol de corner al que llamaron “gol olímpico” en homenaje a la celeste, ni tampoco porque fuera la primera vez que se instaló un cerco perimetral en una cancha llamado “alambrado olímpico”, sino que se los traje para que sepan que Carlos Gardel, que no era habitual verlo en el fútbol, estuvo allí presente saludando a sus compatriotas uruguayos, habiendo concurrido acompañado de su guitarrista Guillermo Barbieri.
Sugestivo ¿No?
¿Y en 1928? Ámsterdam, nuevos Juegos Olímpicos, partido final, Uruguay contra Argentina ¿Qué pasó?
¡ Uruguay Campeón !
¡ Uruguay Campeón !
¿Y en 1930? Montevideo, Primer Campeonato Mundial de Fútbol, partido final, de nuevo Uruguay contra Argentina ¿Y que pasó?
¡ Uruguay Campeón !
¡ Uruguay Campeón !
En plena disputa de ese mundial y en una entrevista realizada para el Diario “Imparcial” el 13 de Julio de 1930 Gardel se declara Uruguayo y nacido en Tacuarembó, provocando recelo en los jugadores argentinos y el malestar generalizado en Buenos Aires.
Tal situación, si bien causó una momentánea caída de su prestigio, fue prontamente resuelta tras la instalación por parte de la sociedad porteña de un mecanismo de salvaguarda que suprimió de los estratos conscientes ese dolor ocasionado por el desengaño de un Gardel confeso uruguayo, reprimiendo entrelazada la vergüenza de saberse los “Primeros Segundos”, detrás de su pequeño vecino pueblo de gigantes.
Tal situación, si bien causó una momentánea caída de su prestigio, fue prontamente resuelta tras la instalación por parte de la sociedad porteña de un mecanismo de salvaguarda que suprimió de los estratos conscientes ese dolor ocasionado por el desengaño de un Gardel confeso uruguayo, reprimiendo entrelazada la vergüenza de saberse los “Primeros Segundos”, detrás de su pequeño vecino pueblo de gigantes.
"Una pena para los ajenos esto de sus complejos, allá los externos con sus motivaciones compensatorias inconscientes; los uruguayos sabremos cumplir la defensa de la palabra de Gardel, y los de afuera seguirán siendo de palo."
Ahora conozcan un “olvidado” artículo publicado por el Diario “El Pueblo” en Julio de 1935, donde encontrarán palabras reveladoras dichas por el cantor a su amigo el goleador Samitier y a quien luego dedicaría su tango “Sami”, en oportunidad en que el cuadro azulgrana se presentara en 1928 a disputar encuentros amistosos con Peñarol y Nacional en Montevideo.
“La estada del equipo del Barcelona F. C. en Montevideo, cuando este conjunto español hizo una gira por el Río de la plata, coincidió con una temporada que Gardel hacía en el teatro Solís.
Quiso la fortuna que en el mismo hotel se alojaran el inolvidable Carlitos y aquel “Mago” del football hispano, que se apellida Samitier, quien no podía participar de los encuentros que su equipo disputaría en Montevideo por haber venido lesionado de Buenos Aires. Esto apenaba mucho al centro-delantero peninsular, pues anhelaba demostrar a nuestro público que la fama de que venía precedido era ampliamente justificada.
Lamentábase una tarde en la habitación que ocupaba Gardel en el hotel:
- Yo no podría jugar mañana ! …
Y el gran cantor Uruguayo condolido también del infortunio del deportista amigo, a quien cariñosamente llamaba Sami, le dijo de pronto:
- Mirá Sami, vos tenés que jugar aunque sea 10 minutos, para que la noble muchachada de mi patria vea como laburás …
... y es por eso que nuestros aficionados pudieron admirar el gran footballer español, a pesar de las precarias condiciones físicas en que actuó.
Era tan grande el cariño que sentía Gardel por su patria, que no quiso que el más afamado forward de España, dejara de actuar en Montevideo.”
“mi patria”
¿¿¿ “mi patria” ???
¡¡¡ “mi patria” !!!
♫♪♪ “mi patria” ♪♫♪
